Etapa 16 Bendoiro Santiago

Distancia 54 Kms, los mas largos de mi vida.

Salgo de Bendoiro, yo llevo toda la via desconectado del mundo no se las previsiones del tiempo ni me importan, en el albergue todo el mundo parece muy enterado y dice que hoy llueve, al salir un pequeño chiriviri, no hay miedo, paro a desayunar, que penica de bar un café con leche y unas micromadalenas que no saben a ná, pero vamos engañamos al estomago.

Salgo del bar y cojo el camino, y el camino es bonito bonito bonito del tó, un puente de piedra, un bosque de Eucalipto, Santiago esta cerca y el camino te va recompensando por el esfuerzo realizado.

...pero a mediodia mañana el cielo se abre y cae toda el agua del mundo se acabaron las fotos, se acabo el mirar el paisaje, se acabo el difrutar los ultimos sorbos, para colmo la rueda de atrás vuelve a desincharse, yo como una sopa y paseando con la bici, cuando hace buenos los paisanos salen a ver a los peregrinos, hay no hay ni Dios, no hay donde pedir ayudar aldea sin gente y otra sin gente, y no hay a quien pedirle un hinchador, por fin en una serreria una chica muy simpatica me deja una bomba, era igual que la de la aldea de ayer, pero esta funcionaba mejor, y consigo hinchar la rueda, por si os pasa a vosotros, donde haya un tractor habra un hinchador metalico de esos de pie, y que con tres chuflidos, camara hinchada. Empapado me despido y les doy las gracias, el rato de paseo me ha dejado congelado y sigue lloviendo a mares, intento entrar en calor pedaleando, pero ademas de llover hace frio, se me habia olvidado que era sufrir sobre la bici.

Para rematar la faena pincho la rueda de adelante, y la bici se hace incontrolable en las bajadas, voy muy lento y con todas las ruedas pinchadas y sin hinchador para cambiar las camaras, y ademas no esta el dia para ir cambiando pinchazos, si llevo antipinchazos es para estas cosas, me salgo del camino, busco civilizacion en Vilar en un taller con un compresor me hinchan las dos ruedas otra vez, me quedan 15 kms, a ver si llego de ir a Negreira hoy ni hablar, mejor me seco, busco un taller de bicis y compro dos cubiertas nuevas y un nuevo hinchador, pero lo peor estaba por llegar.

Cada vez llueve mas y en un momento dado estoy dentro de una cortina de agua, nunca y repito NUNCA, he estado tan mojado yendo en bici, ha sido increible y eso que me ha llovido unas cuantas veces en mis viajecitos, pero esto se ha salido de madre, en una de estas me llaman por telefono y le ha entrado tanta agua al telefono que se ha estropeado por hablar 2 minutos bajo la lluvia para que veais como llovia, por fin llego a Santiago, cuando faltan 4 kms deja de llover sale un poquito el sol, y el tramo final y la plaza del obradoiro puedo disfutarla algo.

Se entra a la plaza del Obradoiro por otro lado, por la calle empinada de la pension del año pasado donde el año pasado volvimos haciendo eses, Luis, Mayka, Pepe, Nuria, Agustin, Chiki, Prado, Sabine y yo, tramo conocido, quizas por eso menos emocion, paso de las flechas (no se si las hay) y voy por las calles que conozco, pero Santiago es distinto, hace mucho frio, no hay nadie en la calle, en la plaza del obradoiro no hay nadie ni para pedirle que me hagan una foto, pero asi tengo mi momento para mi, me quedo obnubilado viendo mi segundo km 0 en bici, y siempre por caminos poco ortodoxos, esta vez ha sido duro, mucho mas duro, he subido montañas altas de cojones, he luchado contra el viento, contra mi, he visto sitios preciosos, he sentido la soledad mas absoluta cuando no me lo esperaba y eso es un cambio de planteamiento muy fuerte, a la via Ausgusta iba a estar solo, aquí venia a encontrar el espiritu del camino, por Marta, por el ser humano, porque me hacia falta, y no lo he encontrado (casi)

Estoy hecho una sopa, entrare despues a la catedral, voy a disfrazarme de persona antes, voy a la oficina del peregrino y me dicen que me esperan 4 dias asi, y decido poner punto y final, Fisterra sin puesta de sol pierde toda su magia, si los kms gallegos son mas largos, me parece que la lluvia gallega moja mas, es la primera vez que no cumplo un objetivo, y no me arrepiento de la decision tomada, lo de hoy ha sido para vivirlo, si nunca hubiera estado en Fisterra quizas optaria por agonizar dos dias más, pero ya he estado alli y se que en estas concidiones no merece la pena.
Me dan la Compostela y ya son tres, dos en bici, y desde Castellon y Cadiz, vaya sitios para empezar, aunque en realidad empezaron cuando mi amigo Juanjo me reto a ir a Santiago andando de eso ya hace algunos años. En la oficina del peregrino se enrollan, me dejan cambiarme en el cuarto que tiene para guardar mochilas (penita les debia dar), tiene un cuarto consigna en el que por un Euro te guardan las alforjas o la mochila hasta las 8 de la tarde y puedes ir a la catedral o a dar una vuelta por Santiago tranquilo en caso de que viajes ese mismo dia de llegada. Y la bici la puedes dejar abajo candada en un aparcabicis que hay, no suele haber problemas si SOLO dejas la bici.

Entro en la Catedral, tampoco hay nadie, puedo estar en la tumba del apostol tranquilo todo el rato que me da la gana sin miramientos de gente esperando, ni colas, ni el circo que se ha montado en otras ocasiones, asi me gusta más.

Lo de la vuelta a casa, sera otra entrada, por que casi ha sido mas dificil que volver a Santiago.
Me vuelvo a casa, dos caminos en un año, un año muy raro para mi, pero tambien muy especial, he vivido mucho y mucho bueno, ahora me viene a la cabeza montones de reflexiones que intentaré ordenar en mi cabeza, y plasmarlas en una ultima entrada, tengo que ordenar mi cabeza y buscarle el sentido a este camino, porque ha sido tan raro que le veo unos cuantos, pero no se a donde van.